El CBD (cannabidiol) es uno de los principios activos producidos de forma natural por la planta de cáñamo, también conocida como cannabis, en sus sumidades floridas. Posee numerosas propiedades terapéuticas hoy reconocidas científicamente, como su acción antiinflamatoria, antiespasmódica y antiepiléptica. Pero, ¿Qué hay de su efecto sobre la concentración? ¿Cómo actúa sobre las capacidades cognitivas? Tras identificar los distintos factores que influyen en la concentración mental, detallaremos los efectos potenciales del CBD sobre la concentración y, más concretamente, su eficacia en el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Todos hemos oído en la infancia “concéntrate, esfuérzate”, como si la mera fuerza de voluntad bastara para concentrarse. Sin embargo, la concentración mental, aunque es una facultad cognitiva, depende en realidad de un conjunto de factores interrelacionados: el entorno, el estrés y la energía ligados a la dieta y la calidad del sueño.
Desde un punto de vista estrictamente anatómico, la concentración depende del estado del sistema nervioso. La alteridad física de las neuronas y las vainas de mielina (el material que rodea las neuronas y asegura la transmisión del mensaje nervioso de una neurona a otra) es esencial para las facultades cognitivas. Por tanto, la alteración de las neuronas y de la mielina está directamente relacionada con una disminución de las capacidades cognitivas y, por tanto, de la concentración. Es el caso de muchas enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. Estas enfermedades provocan inicialmente trastornos motores y luego, gradualmente, trastornos cognitivos, que pueden afectar a la concentración, la elocución, el razonamiento lógico y la memoria.
En cuanto a la energía, el cuerpo, y más concretamente el cerebro, necesita suficiente energía para funcionar correctamente. Igual que un coche: si no le pones combustible, aunque tenga un motor de última generación, no puede moverse. Ocurre exactamente lo mismo con nuestro cuerpo. Por tanto, es esencial garantizar una dieta equilibrada, rica en omega 3, que es especialmente valioso para la capacidad cerebral.
Lo mismo ocurre con el sueño. Los trastornos del sueño son un verdadero enemigo de las capacidades cognitivas y, en particular, de la concentración. Un organismo cansado, aunque se deje engañar por estimulantes naturales o no naturales, no podrá funcionar correctamente y las capacidades cognitivas se verán mermadas.
Puede que el CBD no tenga un efecto directo sobre la concentración, pero puede tener un efecto beneficioso sobre todos los componentes detallados anteriormente.
Desde el punto de vista anatómico, el CBD es un neuroprotector. Ayuda a reparar las neuronas tras un traumatismo, pero también las protege y previene trastornos neurodegenerativos como el Parkinson o el Alzheimer.
En términos de salud mental, tiene un notable potencial antidepresivo y ansiolítico. Se dice que las personas que sufren estos trastornos mentales se alivian, se tranquilizan y muestran una mejora real de sus capacidades cognitivas. En lo que respecta a las adicciones, el estado de abstinencia puede repercutir en las capacidades cognitivas. Por lo tanto, el efecto antiespasmódico del CBD también puede ser beneficioso para la concentración.
Por último, como ya se ha explicado, el sueño es esencial para el correcto funcionamiento fisiológico y cognitivo del organismo. Por tanto, su alteración puede tener graves consecuencias, en particular sobre la concentración. A diferencia del THC (tetrahidrocannabinol), que a pesar de la creencia común tiene poco o ningún beneficio sobre el sueño debido a su alta psicoactividad, el CBD es un aliado mucho más eficaz. Favorece un sueño rápido respetando los diferentes ciclos del sueño y evitando especialmente el despertar brumoso asociado al THC.
TDAH es Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Existen tres categorías: el tipo predominantemente hiperactivo-impulsivo, el tipo predominantemente inatento y el tipo combinado. Estos trastornos se manifiestan por distracción, hiperactividad y manejo complicado de los impulsos.
Las causas de estos trastornos aún no se han identificado por completo, pero una vía de investigación es una alteración de la actividad de los neurotransmisores (sustancias químicas liberadas por el organismo que permiten la transmisión de un mensaje de una neurona a otra) en determinadas zonas del cerebro implicadas en la atención, concretamente el cuerpo estriado, la amígdala y el hipocampo. Son las mismas áreas cerebrales que intervienen en ciertos trastornos psicológicos como las fobias o la ansiedad.
Ahora se sabe que los receptores dopaminérgicos, que utilizan la dopamina como neurotransmisor, interactúan constantemente con el Sistema Endocannabinoide y, más concretamente, con los receptores endocannabinoides.
Tradicionalmente, las personas con TDAH a una edad muy temprana siguen un tratamiento no terapéutico, como la psicoterapia o los complementos alimenticios naturales. Cuando los trastornos persisten, los psiquiatras prescriben a veces tratamientos químicos mucho más fuertes, conocidos como psicoestimulantes pertenecientes a la familia de las anfetaminas, cuyo uso es muy controvertido, tanto por su eficacia relativa como por sus efectos indeseables. De hecho, se ha observado que los pacientes sufren retraso del crecimiento, adicción y alta tolerancia, así como riesgo de problemas cardíacos e hipertensión.
Estos efectos secundarios no son desdeñables, especialmente en pacientes jóvenes. El CBD aparece entonces como un verdadero aliado contra la enfermedad gracias a los potenciales descritos anteriormente. Ayuda a calmar, a mejorar la calidad del sueño y, sobre todo, no tiene ningún efecto sobre el desarrollo. Tomar aceite de CBD por vía sublingual proporciona un alivio rápido, una eficacia prolongada durante unos 90 minutos y una dosificación precisa mediante el uso de aceite de CBD dosificado uniformemente.
Por último, en muchos testimonios se ha señalado que ciertos terpenos son más eficaces que otros en el tratamiento del TDAH, en particular el pineno y el terpinoleno. En los casos de
En casos de hiperactividad dominante, el mirceno y el linalool pueden recomendarse por su efecto calmante.
En conclusión, el CBD ofrece un beneficio real para las funciones cognitivas, estén o no alteradas por una patología. Es una molécula natural sin efectos indeseables ni adictivos. En el caso del TDAH, los pacientes suelen ser muy jóvenes y siempre se buscan alternativas naturales a los tratamientos químicos pesados. Aunque el uso del cannabis en cerebros jóvenes sigue siendo controvertido hoy en día, es el THC el que sería deletéreo en el desarrollo cerebral y no el CBD.