Los flavonoides se encuentran en nuestra dieta, principalmente en frutas y verduras, pero también en el chocolate y el vino tinto. Hay más de 9000 componentes, desde flavanonas a antocianidinas, flavonas e isoflavonoides.
Antioxidantes, antiinflamatorios, anticancerígenos, antialérgicos, antibacterianos, antifúngicos y antivirales… A los flavonoides se les atribuyen numerosos beneficios para la salud.
La oxidación es una reacción química en la que un compuesto se mezcla con átomos de oxígeno. Esta reacción puede dar lugar a la formación de radicales libres nocivos que suelen ser bloqueados por antioxidantes naturales como la vitamina C o enzimas como la catalasa.
Una deficiencia de estos antioxidantes naturales podría provocar un estrés oxidativo deletéreo para las células y causar enfermedades neurodegenerativas o cardiovasculares.
Se cree que los flavonoides favorecen la actividad antioxidante por su capacidad para reducir la formación de radicales libres y atraparlos. Esto permitiría, por ejemplo, proteger mejor el organismo contra la contaminación y la luz solar.
Ciertas moléculas consideradas flavonoides “regulan” el ácido araquidónico, un ácido graso que se libera en caso de inflamación. Los estudios han demostrado que los flavonoides, como los derivados de las flavonas, tienen actividad antiinflamatoria gracias a mecanismos de acción únicos.
Estas sustancias serían candidatas razonables a nuevos fármacos con efectos antiinflamatorios y beneficiosos para la salud.
Entre los metabolitos vegetales, los flavonoides revisten especial interés por sus importantes efectos sobre la salud humana. En los últimos 10 años, más de 23.000 publicaciones científicas han descrito la posible actividad anticancerígena de los flavonoides.
Además de las supuestas propiedades anticancerígenas, los estudios han confirmado que la ingesta dietética de flavonoides puede reducir el riesgo de cáncer.
Las investigaciones científicas demuestran que los flavonoides favorecen la prevención de la síntesis de inmunoglobulina E (IgE) y la degranulación de los mastocitos.
El tratamiento preventivo con ciertos flavonoides puede reducir la hiperreactividad de las vías respiratorias. Los ensayos en pacientes con asma y rinitis alérgica han sido prometedores.
Así pues, los flavonoides en particular podrían constituir una terapia alternativa o complementaria en la prevención y el tratamiento de determinadas alergias.
Un agente antibacteriano puede ayudar a reducir las bacterias que afectan a una persona o impedir su proliferación. Los flavonoides son conocidos como agentes antibacterianos para combatir ciertos microorganismos patógenos. Por ello, los flavonoides son de interés para la investigación como sustituto de antibióticos que pueden no ser eficaces.
Los antifúngicos permiten tratar las micosis y otras infecciones causadas por microhongos en la boca, los pulmones o la piel.
Diversos estudios han investigado la posible actividad antifúngica de los flavonoides en estado natural y sintetizado, y han demostrado su eficacia contra hongos que suelen ser resistentes a los tratamientos farmacológicos.
La investigación demostraría que los flavonoides son agentes multiobjetivo en el tratamiento de las infecciones fúngicas y ofrecería ideas para el desarrollo de antifúngicos innovadores basados en flavonoides.
Los flavonoides fitoquímicos incluyen compuestos que pueden tener una actividad antivírica potencial contra diversos virus de ADN y ARN. Algunos flavonoides tienen actividades inhibidoras favorables frente a los virus, pero pueden ser inocuos.
Se ha observado que estos compuestos protegen a ratones a los que se administraron dosis letales de virus y previenen la infección vírica. Ciertos fitoquímicos son activos contra diversos virus patógenos y los inhiben atacando las infecciones a varios niveles.
La actividad antivírica inducida por los flavonoides es a veces más eficaz que los fármacos utilizados para tratar las infecciones víricas.
Cuando los cannabinoides, los terpenos y los flavonoides actúan juntos en el organismo, permiten el efecto séquito, es decir, la maximización de los beneficios y el potencial de cada componente.
Por eso el CBD suele incluir flavonoides. El objetivo es mejorar el potencial de los ingredientes presentes de forma natural en los productos.
Sin embargo, aunque estas moléculas están contenidas en muchos productos de CBD, no son un sustituto del tratamiento médico. Tampoco pueden consumirse como suplemento.
En caso de duda, pida consejo a su médico.