Cada vez se habla más del CBD (cannabidiol), o aceite de cbd, cuidando de distinguirlo de su primo el THC, ambos compuestos derivados del cáñamo. Pero, ¿sabías que el cáñamo produce más de cien cannabinoides diferentes? Entre ellos se encuentra el CBG (cannabigerol), un cannabinoide no psicoactivo que parece tener efectos muy interesantes en el organismo.
Veamos más de cerca la CBG: ¿cuáles son sus efectos? ¿Cuáles son las diferencias entre el cannabidiol y el cannabigerol? ¿Qué elegir entre CBD y CBG?
Para elegir entre CBD y CBG, es importante entender primero en qué se diferencian (origen, modo de acción y beneficios potenciales).
¿De dónde proceden el CBD y el CBG?
El CBD y el CBG son dos cannabinoides producidos por la planta de cáñamo en diferentes etapas: el CBG se conoce a veces como la molécula madre y es una especie de precursor de muchos otros cannabinoides.
Aunque su origen sea similar, la concentración de CBD y CBG en una planta de cáñamo es muy diferente: hay mucho menos cannabigerol que cannabidiol cuando la planta está madura (menos del 1%). En las flores, por ejemplo, hay muy poco CBG.
Nota: El CBD y el CBG no son tóxicos ni psicotrópicos.
Como cannabinoides, el CBD y el CBG interactúan con el sistema endocannabinoide a través de los receptores CB1 y CB2: al unirse a los receptores, las moléculas pueden afectar a las funciones fisiológicas de nuestro cuerpo. Pero el CBD y el CBG no actúan exactamente de la misma manera, lo que explica sus diferentes efectos en el organismo:
El CBD le ha robado el protagonismo al THC en los últimos años al convertirse en el cannabinoide más popular… ¡y esta vez es por una buena razón!
De hecho, este ingrediente natural ha demostrado su fuerza y versatilidad en muchos ámbitos:
La comunidad científica estudia hoy en día el CBD con más detalle para comprender sus acciones en nuestro organismo a través de su interacción con nuestro sistema endocannabinoide. La acción potencial del cannabidiol en el tratamiento de enfermedades crónicas y graves es especialmente prometedora.
Al contrario que el CBD, donde la investigación científica está empezando a aumentar, el CBG no es tan estudiado por los investigadores (casi diez veces menos publicaciones científicas que el cannabidiol en la actualidad). Entre lo que ya sabemos, el CBG podría tener varios efectos en nuestro organismo gracias a su acción sobre el sistema endocannabinoide:
Como puedes ver, el CBD y el CBG tienen muchos beneficios, algunos de los cuales son comunes a ambos cannabinoides.
Sin embargo, la investigación y los experimentos aún no están lo suficientemente avanzados como para elaborar una lista de preferencias entre CBD o CBG en función de los trastornos que un individuo pueda experimentar a diario. Sin embargo, la comunidad científica está cada vez más interesada en el tema para comparar y refinar la diferente información que tenemos sobre estos dos cannabinoides de gran potencial.
En términos de accesibilidad, el CBD y el CBG tampoco están al mismo nivel. Debido a la muy baja concentración de CBG en las plantas de cáñamo en el momento de la cosecha, es mejor recurrir al aceite de CBG para beneficiarse de las virtudes potenciales del cannabigerol. Por otro lado, el CBD existe hoy en día en muchas formas para adaptarse a tus deseos (aceite, infusiones, cosméticos, manjares, flores…).
En lugar de elegir entre CBD y CBG, ¡otra posibilidad es simplemente utilizar estos dos ingredientes juntos! De hecho, los cannabinoides tienen la capacidad de crear sinergias entre ellos cuando se consumen juntos: es el efecto séquito. Combinar CBD y CBG es por lo tanto una buena cosa para obtener mejores efectos: combinar aceites (aceite de cbd y aceite de CBG) o utilizar productos no procesados como flores específicas que tienen un mayor contenido de CBG.