En España, la molécula de CBD puede comercializarse siempre que proceda del cáñamo (Cannabis Sativa L), expresamente autorizado por la ley. Utilizado en la industria, la elaboración de alimentos y los textiles, el cáñamo es una planta con múltiples intereses. ¿Cuáles son las diferencias entre esta planta y uno de sus componentes, el cannabidiol?
El cáñamo pertenece a la subespecie de plantas denominada Cannabis Sativa, que forman parte de la familia de las Cannabáceas. Aunque el cáñamo se produce en un contexto agrícola, industrial o textil, el uso de este término en particular se refiere más a menudo a la fibra textil en un contexto industrial. El término cannabis se utiliza más comúnmente para referirse a su uso recreativo (legal o no).
El cannabidiol (CBD) es un cannabinoide (como el HHC, THC, CBN, CBG…) que se encuentra en el cáñamo. ¿Por qué interesa esta molécula? Porque al CBD se le atribuyen beneficios para el organismo: antiinflamatorio, analgésico, antiestrés… Sus efectos potencialmente positivos son numerosos. A diferencia del THC, la molécula no es psicoactiva, tóxica ni adictiva.
El problema: como habrás entendido, el cannabis Sativa L (y por tanto el cáñamo) contiene moléculas como el THC, cuya extracción y comercialización está prohibida por sus efectos psicoactivos. Pero esta planta también está compuesta por cannabinoides inofensivos a los que se atribuyen beneficios para la salud (como el CBD o el CBN).
El cáñamo es una planta (Cannabis Sativa L.), mientras que el cannabidiol es uno de sus componentes (una molécula, más concretamente un cannabinoide). El cáñamo se utiliza sobre todo en la industria textil por la resistencia de sus fibras, que permiten fabricar prendas fuertes. También es un excelente aislante térmico y acústico. Es especialmente útil en la fabricación de bioplásticos y biocombustibles. Por último, el cáñamo también se puede consumir como infusión o té porque, al igual que el CBD, ¡tiene muchos beneficios para el organismo!