Los consumidores pueden encontrar ahora muchos productos que contienen cannabidiol (CBD), desde aceite ingerible y gominolas hasta ungüentos, lociones y cremas faciales. Como ya hemos comentado anteriormente, no sólo importa lo que contienen los productos, sino también qué procesos se han utilizado en su desarrollo y qué tipo de afirmaciones se hacen sobre ellos.
A medida que aumenta el número de productos disponibles elaborados con CBD, te invitamos a explorar con nosotros algunas de las pruebas que respaldan los cannabinoides en forma tópica.
La cantidad de datos basados en pruebas sobre el sistema endocannabinoide es tan amplia como emergente, junto con los avances científicos en genómica, proteómica y el estudio del metaboloma de nuestro cuerpo. Lo que sí sabemos es que los receptores neurotransmisores conforman el sistema endocannabinoide (eCS) y se encuentran por todo el cuerpo, cada uno con características únicas.
Estos receptores eCS también ayudan a formar nuestra piel, incluyendo las estructuras nerviosas y las capas dérmicas, junto con los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas. Es por estas razones que los investigadores han identificado, mediante el uso de agentes de captación transdérmica, que el CBD es un tratamiento terapéutico potencial para la neuropatía periférica. Los mecanismos clave que lo hacen posible son los receptores eCS con los que interactúan los cannabinoides derivados de plantas y que afectan a múltiples procesos, entre ellos el dolor.
Afortunadamente, se han evaluado múltiples tipos de preparados tópicos. Investigadores italianos descubrieron recientemente que, dependiendo del resultado deseado, la composición de los agentes vehiculares del CBD es importante para que las terapias puedan entrar en el torrente sanguíneo o residir dentro de las capas dérmicas. En cuanto a los cosméticos y las lociones, también se ha establecido que los productos que contienen cannabinoides pueden considerarse posibles agentes para el tratamiento de la psoriasis debido a su supresión de la angiogénesis y a sus propiedades antiinflamatorias.
Aunque es necesario seguir investigando para comprender cualquier posible efecto secundario a largo plazo del CBD en estos receptores, un estudio reciente publicado en Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology descubrió que “el potencial terapéutico del CBD para afecciones cutáneas como el acné, la seborrea, el eccema/dermatitis y la función de barrera de la piel es prometedor”.
Sobre el potencial único del CBD para ayudar al funcionamiento de la piel como barrera protectora se afirmó lo siguiente:
En otro estudio in vitro con queratinocitos humanos, los investigadores demostraron que el CBD era capaz de penetrar en las células y equilibrar la respuesta de estrés oxidativo resultante de la irradiación UVB y el peróxido de hidrógeno. También demostraron que el CBD tenía un efecto protector contra la reducción de ácidos grasos poliinsaturados en la membrana celular inducida por el peróxido, ayudando a proteger la integridad de la membrana.
La reciente revisión dermatológica también identifica estas posibles afecciones y áreas de estudio con trabajos específicos revisados por expertos citados para cada una de ellas
Además de los principales cannabinoides, se ha demostrado que otros fitoquímicos (algunos de los cuales se producen de forma natural en el cannabis) tienen efectos positivos sobre el sistema endocannabinoide